martes, 9 de diciembre de 2008

Madera

3 de septiembre de 1965

me miro, por ultima vez, con unos ojos salpicados de luz y de lagrimas que adivinaban que nunca me volverian a mirar. era principios de septimbre de aquel año dificil de recordar, corrian los minutos y las horas como escapando de las condiciones objetivas que envenenaban el aire mexicano de 1965. No era yo muy diferente, habia muchos como yo, sin duda estaba dispuesto a arriesgarlo todo por la liberacion del proletariado, la guerrilla habia funcionado en Cuba, ¿porque no en mexico? aparte todos estabamos tan preparados, ya habiamos estado entrenando y estudiando mucho, teniamos una base social urbana y otra rural, sabiamos que nada era imposible. Se acercaba la fecha cada dia mas, el 23 habiamos acordado en dar el primer golpe decisivo, ya los otros no nos habian salido muy bien para ser sinceros, ¡pero ora si! ya nada nos lo iba a impedir. Me dolio el corazon cuando me despedi de Maria, ella no tenia la culpa, sabia que si me amaba tendria que sufrir, se lo adverti, pero sin duda ella no tenia la culpa... el amor hacia la libertad era muy grande, y es posible que nunca me vuelva a ver, por un momento intente reconciderar la excursion y echar hacia atras todos nuestros entrenamientos y pasadas experiencias, ¡no! ¡esta era la buena! iba a regresar, ganar la revolucion y ser feliz junto a Maria en un mundo libre, en una nueva sociedad.
Llego el dia y me fui sin despedirme de ella, no podia salir mal esta vez...

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