Manuel había esperado toda su vida para conocer a bunbury. sin duda las situaciones en las que tendría una cita con el hombre delgado que no flaqueara jamas no eran las mas ideales. Bunbury había creado una isla portátil con su guapura, lo que desencadeno la cuarta guerra mundial. Japón recupero su dignidad fascista e invadió a Cuba, a Lybia y a México, por lo tanto Manuel tuvo que escapar a Guinea, donde tenia familiares tribales desde la conquista española.
Dio la casualidad que en Guinea quien sabe que chingao idioma hablen, pero no hablan español y como Bunbury decidió hacer un show acústico ahí invito a todos los hispanohablantes. Solo acudió Manuel.
Paso toda la noche apareándose imaginariamente con la idea de volver a volar, pero tuvo que regresar a la realidad cuando el místico Simon perez le traje su mantis-perfume.
Una vez arreglado y listo, Manuel acudió al restaurant mas barato y mugroso de toda África, en el cual servían perros todavía vivos con los cuales debías de combatir durante horas para poder engullirlos. Duro platicando con Bunbury alrededor de cuatro punto seis segundos luz elevados a la menos diez, lo que en tiempo de marte equivaldria a 12 minutos, medicion inexacta para el planeta tierra, por lo que se ignora. Charlaron de todo: de idiomas lejanos, tierras inexploradas, mercados de especias en la india, trafico de esclavos hacia la nueva españa.
Cuando depronto Manuel recuerda lo que su amiga Natalia le habia sugerido e invita a Bunbury a bailar un tango. Durante el tango Manuel le declara a Bunbury "No eres tan genial como crees que eres". En ese insante paso algo inesperado, Bunbury se convirtio en un Ataud-colibri que tocaba la mandolina y empezo a devorar a todos los chapulines ahi presentes. Para su desgracia, Manuel tenía sangre de chapulin, murio deborado y nadie lloro su muerte.
domingo, 8 de marzo de 2009
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