El materialismo vulgar ha hecho un pacto con la ideología cristiana: el triunfo máximo de la reacción. Por fin, quien sabe como la oligarquía logro implantar y naturalizar la contradicción mas enorme: ser un cadáver rodeado de lujos, convirtiéndonos a todos en simples absurdos.
La legalidad feudal del gris hormigón (el que no se supone que debió de haber sido rojo) domina y enajena necesariamente cada uno de nuestros pensamientos, los convierte en cenizas de cigarro, se los lleva el viento. como sacrificio ultimo de la dignidad humana, y resignados a ser en verdad changos bendecidos por dios, nosotros los hombres (totalmente excluyente con los homosexuales y con las mujeres) preferimos vivir una vida sin romantizaciones, mas no una existencia con los ojos abiertos, pues eso inevitablemente seria revolucionario, sino una vida sin ojos.
Hubo una santa, Lucia, para ser mas precisos, que se saco los ojos para no ver la maldad en el mundo, ella luego fue ascendida como virgen para luego asaltar el comité central de los cielos y hacerse parte de la santísima trinidad, desplazando al padre ,(que nadie conoce y que inevitablemente se mantuvo al margen del desmadre del espíritu santo y del Chuyo) así el nuevo orden persinatario seria en nombre de la santa cabróna, el hijo y el espíritu santo.
Basta de divague
En este contexto la poesía, la lírica revolucionaria, el verso, el sueño, los golpes al cielo quedan relevados a la ultima prioridad, como nuestra meta ultimo es forzosamente ser cadáveres rodeados de lujos, lo único que necesitamos pues es salud "y pos ya" con eso chingaste, si tienes salud te puedes hacer rico.
Así que procura no pistear, no fumar, no andar de mariguano, luego te da cancer o sífilis o gonorrea... hasta cirrosis...
Todos los comunistas, pobres, negros, homosexuales y mujeres mueren de cancer a los ojos de la hormigota gris, cancer de prostata, cancer de mama, cancer de color de piel, cancer de capital.
sin embargo ustedes, los que han desarrollado el olfato por carecer de vista, mueren de cancer de imaginación, ahogados en salud, ahogados en dicha, ahogados en mierda y en su propia saliva, ustedes pequeños invidentes olvidan la alegría de ser humano, la alegría de estar jodido, la alegría de no querer despertar, la alegría de besar a alguien desconocido, la alegría de la incertidumbre, la alegría de la dignidad.
Tres toneladas de tabacco contienen el mismo material cancerigeno que veinticuatro horas sin algún poema.
jueves, 22 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario