Moneda de dos caras.
escrito a media noche, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Se despertó tarde. ese día tenía que entregar un proyecto para su clase de química, así que se apuro para alistarse y desayunar.
Seguía durmiendo, el régimen que vomita desocupación no había hecho excepción en su caso, no tenia porque despertarse aun.
Después de ver recorrer el agua salida de la regadera y de haberse alimentado con un licuado, encendió el carro del año y condujo a madres por el periférico para llegar a tiempo.
A penas interrumpió su sueño para alejar a un perro que intentaba lamerle la cara, luego regreso a su cotidiano descanso.
Arribo a su destino y cumplió con las tareas y misiones que le fueron asignadas, la logica normal de su día no fue afectada por su alargada siesta.
Ya el sol en su pleno apogeo lo obligo a salir y buscar algo que comer o algo que tomar para saciar su vació existencial y estomacal.
En su casa, aislado del calor y de demás sensaciones incomodas, se dispone a hacer sus deberes y a planear su salida nocturna.
En la calle no encuentra lo que buscaba, y aun así no se rinde, sigue a pie, con esperanzas
Ha anochecido y ahora maneja veloz en compañía de sus amigos. Manejan tan rápido que no se percatan de que hay alguien cruzado la calle.
Voltea y descubre que unas luces se dirigen hacia el.
El coche queda abollado, sobre un cuerpo agonizante; "Ya wey, al cabo era un pinche pordiocero, que se muera" - "pues si no, así combates la pobreza, matando a un pobre".
Sin duda, va al infierno, y ahí, se encuentra con Augusto Pinochet, con Franco y con Mouriño, pero acuerdense, el infierno solo existe en los cuentos.
domingo, 3 de mayo de 2009
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2 comentarios:
me dio miedo!! jajaja hay lucho
Sabes no es dificil reconocer uno de tus cuentos hahahaha me gusta esa forma tuya de mezclar las cosas.
Yo digo que pinchi periodiquero para que se mete debajo de la llanta...
Not :P
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